El sábado 7 de Junio iniciamos nuestro esperado crucero por los fiordos y queremos aprovechar para hablar de la ciudad de Bergen.
Ya sabemos que geograficamente esto no es así pero turísticamente pordíamos decir que si. Bergen es la capital de los fiordos. El mejor lugar desde el que admirarlos y sentirlos. El mejor sitio para captar la esencia de un país escandinavo que huele a salmón y suena a crujir de maderas. Bergen además es una de las mejores ciudades para disfrutar el infinito verano nórdico. A pesar de que llueve 275 días al año, la suavidad de sus temperaturas mínimas hace que no se alcancen menos de 10 grados bajo cero en invierno.
Si los fiordos son interminables brazos de antiguos glaciares que penetran en la tierra, Bergen es su dedo corazón, el que nos señala las esencias de Noruega. Esas esencias las encontramos nada más llegar a la ciudad si arribamos en barco. El muelle, el Bryggen, es una maravilla patrimonial (Patrimonio de la Humanidad para la UNESCO) hecha a base de madera e historia. Construido hace 400 años por la liga Hanseática hoy sirve de recreo y ocio para los miles de visitantes que llegan a Bergen durante la época estival y también para los propios habitantes de la ciudad. Allí se lucen en la borda de sus barcos o yates mientras cenan con amigos o familia, y el sol no termina de irse a la cama. Es una auténtica fiesta que dura hasta altas horas de la madrugada y que a menudo se acompaña de algún evento cultural como el Bergenfest, elBergen Internacional Festival, el Festival Nocturno de Jazz, el Bergen Internacional Guitar Festival, y el Internacional Film Festival.
La
liga Hanseática creó este complejo de calles y pasadizos del que se conservan
58 edificios, el 25% de este barrio medieval utilizado por los comerciantes
alemanes hasta el siglo XVII. En el Museo Schøtstuene se puede ver el lugar de
trabajo de estos ricos empresarios, donde negociaban y bebían cerveza. Aún se
conserva el mobiliario y los antiguos dormitorios, incluso donde almacenaban el
bacalao y el lugar donde el capataz daba las órdenes.
Bergen
fue la capital de Noruega hace 600 años. También era la ciudad más importante
del país. En esa época su resguardado puerto de Bryggen atrajo a los
comerciantes alemanes que forman la Hansa. A principios del XVII fue centro del
comercio escandinavo y la ciudad más poblada de Noruega, con 15.000 habitantes.
A finales del siglo XIX, la Hansa se marchó de Bergen.
Los
hanseáticos fueron hijos ilustres de esta ciudad pero también lo es el
compositor musicalEdward Grieg o el escritor Henrik Ibsen. De él encontramos un
busto junto al Teatro Nacional. Aunque no nació en Bergen estuvo 20 años
trabajando en ese mismo lugar, un teatro en el que estrenó varias de sus obras
como Casa de Muñecas o Peer Gynt. Grieg, sin embargo si nació y murió en
Bergen. Las cenizas del llamado El Chopin del Norte están en Troldhaugen, en su
casa museo. Hay autobuses que te lleva hasta allí donde además se puede asistir
a uno de los conciertos diarios que se ofrecen en su memoria. Nada que ver con
otros ilustres vecinos comoBurzum, Immortal o Gorgoroth, algunas de las bandas
fundadoras del género músical Black Metal.
Munch,
Picasso, Miró, Rodin y Klee también tienen su hueco en la ecléctica Bergen. El
Bergen Kunst Museum alberga muchas de sus otras en tres edificios situados
enfrente de la fuente del lago. Además tiene una colección soberbia de artistas
noruegos entre el siglo XVIII y XIX.
Muchos
de estos artistas se inspiraron en los fiordos que rodean la ciudad para
realizar sus obras. Desde Bergen hay decenas de circuitos que se pueden
realizar por ellos. La empresa Fjord Tours, por ejemplo, es una de las mejores
porque es experta en estirar el tiempo todo lo posible para que no quede nada
sin ver durante un recorrido por los fiordos. Su circuito más popular es el
Norway in a Nutshell que permite ver infinidad de lugares en una sola jornada.
Si no queremos pasar tanto tiempo navegando por los fiordos, Tide Reiser hace
cruceros de 12 horas con una parada en el precioso paraje de Eidfjord.
Para
los que tengan ganas de comer pero también de merodear, lo mejor es que se den
una vuelta por el mercado de pescado. Es un moderno edificio junto al puerto y
en él podemos encontrar el mejor salmón del mundo. Así al menos te lo venden
los numerosos españoles que allí trabajan. También podrás degustar unas gamas
recién pescadas en el fiordo o un queso autóctono.
Last but not least, hay que subir con el funicular Floibanen a más de 300 metros de altitud y descubrir las asombrosas vistas de la bahía. Arriba hay un restaurante que los días que hace sol se pone hasta la bandera. Además hay rutas senderistas para los más atrevidos.
Te
contaremos nuestra experiencia con nuestros 28 viajeros a partir del próximo
fin de semana. Visitaremos los fiordos y esperamos volver enamorados de estas
tierras, de sus paisajes y sus gentes iluminados con el Sol de Medianoche.
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